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Dania Rey 💎 5⭐

3000
5
1/21/2025
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#DaniaRey #CDMX

• Diva: Dania Rey

• País de origen: México

• Arancel: $3,000 MXN (1 hora) + 1000 MXN (Video 5 mins)

• Servicio incluye: Relaciones ilimitadas, besos bien dados, oral natural

• Lugar: Pop Life

• Fecha: 21 de enero 2025, 15:00 horas

• Puntualidad: 20 minutos tarde (tráfico, pero siempre estuvo en contacto)

Reseña:

"La intensidad de la cita me sorprendió. El click fue instantáneo, y desde el primer momento, todo fluyó de manera natural. Entre caricias y placer, descubrimos un clímax que empapó la habitación."

El pasado 21 de enero tuve una cita con Dania Rey, una chica que ya tenía curiosidad de conocer después de haber estado con Jessy Doll, quien es su amiga y compañera en ocasiones. Decidí conocer primero a Dania antes de aventurarme a un trío con ambas. La cita fue programada para las 15:00 horas.

Desde el inicio, Dania se mostró amable y atenta durante la comunicación, lo cual hizo fácil coordinar todos los detalles. Llegó con un ligero retraso debido al tráfico, pero cuando apareció, su presencia compensó cualquier espera. Es una chica alta, delgada y muy guapa, con una personalidad jovial que facilita la conexión. Hubo una charla inicial relajada donde conversamos sobre Jessy, y ella mencionó que ya sabía un poco sobre mí, lo que ayudó a generar confianza desde el principio.

Comenzamos con música suave y un ambiente relajado, lo que nos permitió disfrutar de un acercamiento lento y suave. Al principio, me senté en la cabecera de la cama mientras ella estaba frente a mí. Los besos que compartimos fueron delicados, pero pronto se volvieron más intensos. Era una sensación muy romántica, de esas que te hacen querer seguir, y la química fue inmediata.

Luego la acosté boca arriba, y me incliné sobre ella. Sus labios, suaves y cálidos, invitaban a perderse en ellos, mientras su lengua jugueteaba con la mía en un baile sensual. La manera en que sujeté su cabello, acercándola hacia mí, añadió un toque de romanticismo que ambos disfrutamos.

Al avanzar, la exploración se volvió más íntima. Dania es una mujer que sabe comunicar lo que le gusta, y su respuesta a cada caricia, cada beso en su cuello, sus senos y sus muslos, fue sincera y estimulante. Al llegar a los alrededores de su vulva, me tomé mi tiempo para disfrutar cada detalle: mis labios y mi mentón rozaban su piel con suavidad, mientras mi lengua exploraba con delicadeza, succionando y acariciando. Sus movimientos involuntarios, sus gemidos suaves y la tensión en su cuerpo delataban el placer que estaba sintiendo.

Fue en ese momento, cuando intensifiqué el ritmo y me concentré en su clítoris, jugando con movimientos circulares y succiones suaves, que sentí su cuerpo responder con mayor intensidad. Sus caderas se arqueaban, sus manos se aferraban a las sábanas, y sus gemidos se volvieron más profundos. Finalmente, llegó el clímax: su cuerpo se relajó por completo, y noté un sabor dulce en mi boca, una señal inconfundible de que la había llevado al éxtasis.

Me acosté en la cama mientras ella, con una mirada pícara, me quitó el bóxer. Comenzó a acariciarme lentamente, pero antes de que continuara, tomé mi celular para capturar el recuerdo de ese momento. Configuré la máxima resolución posible para no perderme ningún detalle. Verla a través de la cámara y luego directamente era una experiencia indescriptible. Comenzó a lamerlo, besarlo y jugar con mi falo de manera magistral. El placer de observar lo que hacía mientras lo grababa era magnífico.

Su ritmo aumentaba progresivamente, y vi cómo de sus ojos caían lágrimas mientras intentaba introducirlo todo en su boca. Lo chupaba y escupía, usando la saliva para masajear mis testículos. Con mi mano libre acariciaba su rostro, acomodando su cabello y mirándola directamente a los ojos para que supiera cuánto lo estaba disfrutando.

Cuando terminamos ese momento, nos cambiamos a la posición de Vaquerita. Ella se subió sobre mí y comenzó a moverse con mucha pasión y fuerza, mientras yo la acariciaba. Después de un rato, cambiamos a la posición de perrito al filo de la cama, lo que incrementó aún más la intensidad.

Quise grabar ese momento, pero el celular estaba en el piso, y el deseo de estar dentro de ella en esa posición fue más fuerte, así que lo olvidé por completo. La penetración era profunda, y ella se apretaba contra mí, mostrando cuánto disfrutaba. Cada movimiento era más intenso, y sentí cómo su cuerpo respondía a cada estimulación.

Aumenté la intensidad mientras sujetaba y besaba sus hombros. Al subir la velocidad en esa posición, sentí cómo su vagina se apretaba aún más; sabía que estaba por alcanzar otro orgasmo. Luego volvimos a la posición de vaquerita, pero esta vez ella se inclinó hacia atrás. Lamí mi dedo pulgar y comencé a estimular su clítoris cada vez más rápido. Observé las distintas muecas que hacía con el rostro, mientras su cuerpo emitía contracciones. Pronto empezó a avisar que estaba por venirse de nuevo.

En cuestión de segundos, sentí cómo escurría sobre mi vientre y pelvis. No nos detuvimos, y seguimos hasta que su cuerpo liberó aún más, como si un río proviniera de ella, empapando la cama por completo. Fue un momento muy intenso y diferente. Ella mostró un nivel de saciedad y relajación evidente en su rostro.

Tras ese clímax, decidimos levantarnos y dirigirnos a la ducha para evitar mojar más la cama. La ducha fue un momento divertido y relajado, donde platicamos un poco sobre lo que habíamos vivido. Al final de la cita, nos vestimos y platicamos brevemente sobre la posibilidad de volver a vernos en una segunda sesión para culminar ciertas cosas pendientes, como grabar otras posiciones. Nos despedimos en el elevador, cerrando una experiencia única y memorable.