Un encuentro fuera de lo común, así me gustaría recordar aquella noche con Alina.

Había contactado a Alina desde el año pasado dado que sus reseñas eran muy buenas y la gente que escribía sobre ella siempre mencionaba un servicio bueno, por lo que una tarde de diciembre la contacté e hice el respectivo depósito, el día del encuentro por cuestiones del trabajo no pude verla y tuve que postergar el encuentro.

Ella en todo momento accesible me comentaba que si aguantaba a su regreso de vacaciones o bien me hacía la devolución del dinero (algo que me dio aún más confianza pues yo había sido quien no pude acudir al encuentro) Durante su estadía en Brasil en alguna que otra ocasión me volvía a preguntar sobre que hacer con el encuentro así que decidimos pasarlo para el 18 de febrero.

Luego de revisar constantemente su perfil y deleitarme con sus fotos, llegó el anhelado encuentro, por lo que decidí escribirle para confirmar la cita, al salir del trabajo me dirigí hacia villas patriotismo y pese a que la cita era a las 8 pm quería llegar con tiempo para darme un baño, cambiar de ropa y prepararme al encuentro, razón por la que llegué con tiempo al hotel e hice la rutina de aseo necesaria.

Al salir del baño le escribí comentándole que ya tenía la habitación y cuál era, sin embargo, pasaba el tiempo y no tenía respuesta de ella, pasaba tiempo, le escribía y no me contestaba lo cual se me hizo raro en ella dado que en todo momento se comunicaba y sobretodo la confianza que había inspirado en mi.

Ya cerca de 40 minutos de espera entre la hora acordada y que yo llegué antes, pensé que el encuentro una vez más no podría concretarse por lo que ya estaba preparando mis cosas, fue en ese momento en que sonó el teléfono y me mencionaban que ya se encontraba en el hotel.

Al llegar a la puerta con una sonrisa pícara mencionó “me has de odiar pero es que tuve un contratiempo” por lo que nos pusimos a platicar le dije que no había problema y en todo momento ella fue súper amigable y con plática bastante agradable, procedí a darle su regalito y fue en ese momento en que me pidió ayuda para bajarle el vestido que llevaba, dios que figura, pechos increíbles, un trasero bastante redondito y paradito, sus pecas… en ese momento supe que las fotos de verdad no le hacían justicia a la belleza de Alina.