
Brenda Hans 🔥 4⭐
Compañeros de armas, me atrevo a publicar mi primera reseña ya que me siento muy afortunado de lo que me ha pasado y sé que me van a entender.
Después de muchos años en este deporte extremo, de encuentros entrañables, divas que extrañas y no vuelves a ver y algunas malas experiencias que frustran y decepcionan, por fin se me hizo conocer a la diva que soñé cuando empecé en esto: cuerpo fitness, culo y tetas de cirujano grandes firmes y redondas como a mí me gustan, higiene impecable, muy puntual y, además, con buena actitud que conecta fácilmente y te hace sentir a gusto. Eso es Brenda para mí y espero que al compartir mi experiencia muchos más se animen para disfrutar este manjar de mujer. La he visto varias veces, pero les platico la última.
Agendé con ella unos días antes para apartar día y hora, deposité el adelanto (1k) y platicamos sobre los pormenores de la logística del encuentro, ella siempre es muy atenta por mensaje, manda audios y está al pendiente de cada duda que tengas.
Llegó el día de la cita, me traslade al templo de Villas Patriotismo (las primeras 3 veces que la vi, fueron en la habitación con sauna del V Boutique, muy recomendable), le fui avisando como iba y ella siempre estuvo al pendiente respondiendo.
Ya instalado, bañado y listo, recibo la famosa llamada de recepción justo a la hora: “joven, una señorita” uff se me sigue poniendo la piel chinita siempre que suena el teléfono.
Tocan la puerta, abro y frente a mí una modelo con una sonrisa que ilumina la habitación, me dice “hola, amor”, me da un beso y se pasa. Trae puestas unas botas largas, un short que resalta un trasero grande, redondo y bello; un top de brillantes dorados con un escote pronunciado por donde se asoman dos melones firmes y grandes.
Empezamos a platicar, a ella le gusta romper el hielo y cuenta su última aventura, su última anécdota con la que reímos y me hace sentir una química especial. Sin dejar de hablar, de momento se levanta y empieza a desvestirse, me acerco, la empiezo a besar, y desnudos fajamos muy rico, ella empieza a respirar más fuerte, se nota mucho cuando empieza a excitarse, la sigo besando, la pongo en cuatro y me arrodillo para quedar de frente ante su enorme 🍑, no pierdo tiempo, me adentro en su sexo, huele riquísimo, sabe mejor, sus mieles me bañan la cara y ella empieza a gemir hasta que se viene, no para de decir: “qué rico amor”.